En México, los sismos costeros y los microsismos en la Ciudad de México son fenómenos diferentes pero ambos tienen su origen en la actividad tectónica.

Sismos Costeros: Ocurren en las placas tectónicas de Cocos y Norteamérica, liberando una gran cantidad de energía. Aunque suceden lejos, su magnitud permite que sean detectados y activan las alarmas sísmicas, ya que las ondas viajan largas distancias y pueden causar daños en zonas alejadas como la Ciudad de México.

Microsismos: Son eventos de baja magnitud (menores a 4.0) que ocurren a poca profundidad, afectando solo áreas específicas. Debido a su limitada magnitud, no representan un riesgo significativo y no activan las alarmas sísmicas.

Aunque no están directamente relacionados, ambos eventos son parte de la actividad sísmica del país y deben monitorearse para mejorar la prevención.