Poco después de la confirmación del primer caso de coronavirus en nuestro país, el Gobierno —en un intento por defendernos de esta nueva enfermedad de alcances mundiales—, el 14 de marzo del año pasado, a través del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, se anunció el inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia, en la que se presentó a la heroína Susana Distancia. Pero, nosotros, ¿qué tan bien nos hemos portado?
El año pasado hubo muchas noticas —incluso videos que circularon diversas redes sociales— en las que se daba cuenta de fiestas o reuniones multitudinarias, que, muchas, o casi todas las veces coincidían con alguna fecha festiva (Día de las Madres, Día del Padre, Día del Niño, entre otras) y que, tristemente han tenido como consecuencia un despunte en los contagios, que se refleja en la poca disponibilidad de camas en los hospitales. En un país en semáforo rojo constante.
Sabemos que extrañamos a la familia, a los amigos y las reuniones, los abrazos. Pero, ante todo, debemos hacer conciencia sobre el tema de los contagios, y es que, de acuerdo con el último reporte de la Secretaría de Salud, el día de ayer México alcanzó 185 mil 715 decesos. Con esto, nuestro país se encuentra entre los quince con mayor número de contagios por número de habitantes a nivel mundial. La reflexión es importante, sobre todo ahora que faltan poco para la celebración religiosa, que además coincide con las vacaciones para cientos de trabajadores, Semana Santa. Días en que aprovecharíamos para salir. La llamada será a seguir cuidándonos, incluso si decidimos salir de la capital. No olvidar usar cubrebocas en todo momento, careta, y a la heroína Susana Distancia.
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