La tarde del pasado viernes 16 de febrero, un fuerte sismo se presentó en México, teniendo como epicentro a Pinotepa Nacional, Oaxaca, con una intensidad de 7.2 grados, siendo el tercer sismo de mayor intensidad en menos de medio año.

A pesar de tener similitud en magnitud con el del 19 se septiembre del 2017, este sismo no fue tan destructivo ni ha ocasionado muertes hasta ahora, debido a que los epicentros tuvieron distancias diferentes (el del 19 de septiembre fue en Axochiapan, Morelos, y el actual en Pinotepa Nacional, Oaxaca). Lo que significa que las ondas energéticas viajaron tanto que fue menor su llegada, a comparación de septiembre.

¿Dónde se originó el sismo 16 de febrero?

Lo que nos explica el Sistema Sismológico Nacional es que el sismo del viernes se debió a una “falla de tipo inverso”, como consecuencia del contacto entre las placas de Cocos y de Norteamérica. Además, a esto se le suma que Oaxaca, el estado donde se originó los dos sismos más recientes, es uno de los estados con mayor actividad sísmica en México, donde se registran el 25% de los sismos en el país.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En esta ocasión, la  Placa de Cocos se deslizó un poco más bajo de la de Norteamérica en un proceso conocido como “subducción”, a 12 kilómetros de profundidad y a 11 kilómetros de Pinotepa Nacional, generando el sismo del viernes que fuera percibido por 42 millones de personas en todo el país. Asimismo, lo que ocasionó que no hubiera gravedad en la llegada de este sismo es que fue del tipo interplaca, lo que significa que el movimiento se originó en los límites de dos placas tectónicas (la de Cocos y Norteamérica).

Hasta el domingo, el SNS registró 2 mil 140 réplicas hasta las 10:30 h en Pinotepa, Oaxaca, siendo la mayor la de la madrugada de este lunes, con 6 grados de magnitud, con epicentro a 32 kilómetros al sureste de Pinotepa Nacional.