En la actualidad, es de vital importancia saber cómo combatir los riesgos que puedan afectar nuestra salud e integridad física. Uno de los mayores riesgos es el fuego. Por ello, en esta ocasión hablaremos de los Fuegos de clase ABC, que pueden ser combatidos con el extintor de polvo químico seco (PQS). Primero, está el tipo A o "Sólidos", los cuales pueden producirse derivado de la combustión de sólidos que a su vez generan brasas, tales como el papel, el cartón, la madera, los plásticos, etc.
Su simbología consta de un triángulo con fondo de color verde con la letra A.
Están, también, los tipo B o "Líquidos Inflamables", producidos por combustibles líquidos como aceites vegetales, derivados del petróleo, los hidrocarburos, alcoholes, parafina, cera, etc. Su simbología característica es un cuadrado con fondo color rojo con la letra B.
Y, por último, los tipo C o "Gases", pertenecientes a la clase de fuegos que se producen por la combustión de gases como el butano, el acetileno, el metano, el propano, etc. Estos fuegos involucran a los equipos eléctricos energizados: electrodomésticos, interruptores, cajas de fusibles, herramientas eléctricas, etc. Su simbología característica es un círculo con fondo color azul con la letra C.
Ahora, entrando al tema del extintor PQS, son los más idóneos para sofocar casi cualquier variedad de incendio. En específico para la extinción de fuegos de Clase A, B y C.
Los polvos secos se utilizan principalmente para extinguir fuegos de líquidos inflamables. Por ser eléctricamente no conductores, también pueden emplearse contra fuegos de líquidos en que también participen equipos eléctricos bajo tensión.
Hablemos sobre el procedimiento para contrarrestar un incendio: existen 3 fases de las que tienes que estar enterado/a al momento del combate de un incendio.
1.- Evaluación: hay que corroborar que exista suficiente extinguidor (es decir, el polvo químico seco que se encuentra dentro del extintor). Paso 2.1: acordonar el área (es importante dar el aviso señalético de que existe un riesgo a la integridad física).
2.- Planeación: piensa bien qué se harás, verifica cómo corre el viento (esto con el fin de que al momento de activar el polvo extinguidor, no resultes afectado por que te impacte en el rostro y te sea imposible combatir el incendio), y por último de este paso: cómo se va a combatir el incendio (es decir: qué hacer en caso de que no se apague el incendio, tener opciones).
3.- Control: bueno, en esta parte pondrás en práctica el uso del extintor. Primero, giras la llave del márchamo (lo que ocasionará que el seguro del extintor se desactive), tomas la tobera con el dedo índice para dirigir el polvo hacia el fuego, verificas hacia dónde corre el viento, aprietas la palanca de disparo, marcas dos líneas frente a ti con el polvo extinguidor para contrarrestar el oxígeno y no te quemes, te acercas al conato y verificas que se haya apagado. Una vez combatido el incendio, das pasos hacia atrás sin perder de vista el fuego, por si necesitas correr o volver a apagar el fuego.
Por último, te damos unos sencillos pasos a seguir, en caso de que no puedas contrarrestar el fuego por no contar con un extintor (si te sucede esto, piensa urgentemente en que tu bienestar físico no puede estar en manos de la suerte).
1.- Mantén la calma.
2.- Si es posible, apaga el incendio con extintores (si no sabes hacerlo, llama al 911).
3.- Corta los suministros de gas y electricidad.
4.- Si el incendio se propaga, sal del área.
5.- Dirígete a la puerta de salida más alejada del fuego.
6.- Si hay gases y humo, desplázate pecho tierra.
7.- Tapa tu nariz y boca con un trapo húmedo.
8.- Evita utilizar los elevadores.
9.- Si tu ropa se enciende, tírate al suelo y rueda.
10.- Si la situación se sale de control, llama al 911.
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